miércoles, 11 de julio de 2012

" Esta historia, querido lector, puede resultar un tanto confusa, es una historia sobre mí y para mí, en donde yo soy quien menos importa. "





Es la historia de todos aquellos seres que tienen la razón por encima del corazón, es la historia de todos aquellos amados y correspondidos, y la historia de los mal aventurados. Es la historia de los hombres que gritan y luchan por lo que quieren y por sus ideales, es de las personas que no se callan, que no se dejan.

Esta es la historia de las niñas valientes que cambian al mundo, de las amistades duraderas, de las enfermedades que nos acosan.

Esta es una historia de dolor y nostalgia, de malos entendidos y de la corrupción de la moral...

Aunque tal vez... tal vez eso no se una historia, tal vez solo es la simple mención de mis pensamientos nocturnos, que se pelean por salir de mi cansada mente.

No lo se, esto viene a ser una reflexión, la expulsión de todo lo que mientras voy sentada en el asiento trasero de una combi, pienso...

Ahí voy, sentada, con los audífonos puestos, con la mirada perdida. Pensando... ¿que pienso? Claro: los dolores, problemas, los proyectos y metas, la amistad, el extrañar. Todo junto arremolinado, sin sentido...

Futuro - pasado - presente - hubiera...

Si tan solo hubiera, si fui, si seré, si soy...

No... esto no tiene ningún sentido, mejor empezar por el principio.

He decido escribir para deshojar, pero la verdad es que no he escrito la verdad.

No he dicho, por ejemplo, que las sonrisas han llegado en forma de cascadas en las noches, y que en las mañanas se transforman en besos llenos de cotidianeidad divina. No he mencionado quizá las gotas luminosas que iluminan mi corazón, ni tampoco el jabón azul que llena de aroma la ropa que delicadamente dejo al viento.
Tal vez debería hablar más sobre los ojos oscuros más luminosos que había visto en mi vida, o de las cicatrices llenas de historia del hombre que esta en mi vida. Si, probablemente debería profundizar en sus rasgos, en cada centímetro bien cuidado de su barba, o de sus uñas perfectamente recortadas, hablar de su delgado cuerpo, y de su fresco aliento.
Si, eso era lo que quería decir... escribir. Cuan enamorada me encuentro, cuan feliz puedo ser.

Pero no es todo de lo que hay que hablar... hay tantas cosas mas. Como ese angelito mio que ahora se encuentra en algún lugar de México ayudando a otros y a si misma. Hay que hablar de su sonrisa desinhibida, de sus abrazos tan sinceros, de sus palabras tan acertadas, de su fuerza de voluntad... de su carácter, de la mujer enorme que es.
Hay que decir que la extraño, que me preocupa saber si esta bien, si esta enojada, feliz...
Hay que hablar de los años de conocernos, de las travesuras, de las lágrimas, de los sueños.
Si, en ella pienso.

Cabe mencionar que hay otro angelito que no sale de mi vista, que me preocupa. Hablemos pues de su fortaleza, de su determinación, de sus perfectos cortes de tarjetas, de su manera de aguantarme, de la primera vez que nos hablamos por un borrador, de las veces que la vi caerse y levantarse, del amor que tiene ahora a su lado, de su futuro maravilloso. De su presente digamos la valentía con que lo afronta, y del gran corazón que tiene, de su facilidad de palabra, de su ENORME talento para las artes, de sus múltiples capacidades y conocimientos matemáticos, de ella. Hablemos de ese gran ser humano que es mi amiga.

Hay que escribir tanto sobre el dragón que ronda debajo de las almohadas, ese que quieto espera el momento de con su fuego ahuyentar al frio. Hay que hablar de su carácter raro, de su talento para las palabras, de su gusto musical, hay que decir que es un poeta, hay que comentar que sabe ayudar, que no deja solo a nadie, hay que hablar de su temple, hay que hablar de su mirada tan llena de solemnidad. Podría decir tantas cosas sobre su imaginación tan vasta, y podría comentar que sus pensamientos son rápidos para bien y para mal. Podría deshacerme en gratitud, o en cólera.

En eso pienso...

Escuela, trabajo, futuro, familia... bla bla bla...

No mas de este remolino de gotas de lluvia en forma de pensamiento, no por esta noche... es hora de ir al país de la locura.... A mí querida Ezkizofernia.

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