jueves, 12 de diciembre de 2013

11 - 12 - 13

Una ciudad normal, un instante cualquiera.



Serendipity es que tu pizza se tarde un minuto más, y una serie de eventos sucedan.
Ese momento en que decides correr, y buscar refugio en una maravilla urbana, en el que buscas conocer, y te aventuras, porque ya no hay más que hacer. En el que la presión disminuye, y eres libre.

Un instante robado al mundo laboral, al invencible monstruo del dinero. Para encontrar la paz en unos sonidos comunes.
El silbido de un policía, y un claxon sonando a lo lejos. Eso escucho al cerrar a los ojos, una noche cualquiera de diciembre, afuera de un edificio tan hermoso como lo es bellas artes. Vendedores ambulantes de aquí a allá, ofreciéndote las mil maravillas a precios bajos, un grito de alegría, de una alguna chica con su novio, un niño corriendo al rededor de una araña gigante. Se percibe todo desde las escaleras.

Por todos lados gente que va y viene, sin mirarse unos a otros, teniendo platicas tan diversas como sus lenguas. Y yo, caminando descalza entre la multitud, percibiendo el suelo frío, pero sonriendo cálidamente, ante nieve artificial. A mi lado, el sonido de una armónica que endulza el oído de ella, mi mejor amiga, quien con abrazos furtivos dice nada, y dice todo.

Un "click" aquí y allá, alguien ha tomado una foto con su celular ultima generación, y veo a un niño que apenas sabe leer, dominar el arte de la tecnología. Bajo el suelo se escucha, la protesta de aquellos que están acostumbrados a protestar, se escuchan gente que aun no ve la realidad que sufren 2 ancianos a pocos pasos de ellos.

Eso es la vida, esos instantes en los que te das cuenta que eres capaz de sentir frío, que eres capaz de llorar. Es ahí donde vuelas lejos, haciendo algo tan vital como escapar de la rutina, para nadar entre la gente, y maravillarte con cosas tan simples, como un soldadito de plástico. Es encontrar un pequeño paraíso, en donde tantos otros han estado.

Es cuando el nudo de tu garganta se afloja, en el que los grilletes de la represión se esfuman, cuando el miedo se cae y realmente ves lo que quieres, lo que necesitas.

Ayer ya lo viviste. Tu presente es esa mezcla de realidad y fantasía. Mañana es tu decisión, si entras a la rutina o no.