lunes, 25 de junio de 2012

"-Los cuentos de hadas no existen.- se obligo a recordar"


La lluvia llego como frío acompañamiento de la soledad y vació tan grande que Zahira tenia en el pecho. Esperaba que el llegara, que mágicamente llegara ese beso de amor que rompiera la maldición. Pero sabia era demasiado tarde, la rosa se estaba marchitando y sus 2l años estaban a la vuelta de la esquina. Ya no había nada que hacer, seguiría siendo aquel ser frio de lagrimas de granizo para siempre y hasta nunca. 

Lloro al recordar aquel día que con sus labios y su cuerpo sello la maldición que acabaría sistemáticamente con sus sueños. Uno a uno se fueron escurriendo por entre los barrotes de la cárcel de falsedad e hipocresía que crecía a su alrededor. No se había dado cuenta de que tan profundo era el pozo hasta que había sido demasiado tarde.

La maldición se había instalado, la rosa había llegado a su puerta como una advertencia que no tomo. Después, una noche de lágrimas comprendió. La rosa era mágica y podía salvarla y romper la maldición, pero primero ella debía de ofrendarla a su amor y recibir un beso de amor verdadero.

La rosa se marchitaba lentamente, pero en su cumpleaños perdía un tercio de sus pétalos. Este, su cumpleaños 2l acabaría con la rosa definitivamente. Una vez pasada esa fecha jamás podría volver a ser la misma. Seria el ser gris-azulado para siempre, seria siempre y nunca la niña de las lágrimas de granizo.

Y ahí Zahira lloro ... lloro hasta que el granizo cubrió los alrededores, lloro hasta que sus pulmones se cansaron de suspirar a un futuro que no llegaría nunca, lloro hasta que su corazón perdió la fuerza de darle vida, lloro como nunca en su vida ... 

Sintió su piel cristalizarse, sentía como se rompía poco a poco, como un vaso estrellado en algún lugar... ¿La muerte la alcanzaría pronto? ¿Seria clemente?

Vació, la nada poco a poco llegaba como vapor caliente.

Zahira abrió los ojos. Se levanto de aquel kiosco, lugar donde tantos encuentros bellos se dieran, pero ninguno suyo, ninguno escrito para ella. Al final ningún príncipe rojo iría a besarla ni a secar sus lagrimas, nadie seria capaz de deshacer su capa de hielo... Había amanecido, era hora de buscar algún cálido refugio para su cristalizado cuerpo. Tal vez volviera a esa casa, tal vez a otra... quien sabe, sus pasos la guiarían mientras su alma se ahogaba en el lago de sueños perdidos.

Sonrió para si misma. Entonces el mundo pareció sonreírle un poco. ¿Que mas quedaba? Solo mirar sus pasos, solo moverse y seguir...

"El amor verdadero existe" se dijo a si misma. No podía evitar soñar que así era, no dejaba de creer aunque la esperanza se le negara a ella.



1 comentario:

  1. hola hermanita. recomiendo que reedites tus textos, algunos acentos estan ausentes o mal colocados.
    por cierto, ¿esta todo bien?

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